En el 336 a.C., Alejandro Magno se convirtió en el líder del reino griego de Macedonia. En el momento de su muerte, 13 años más tarde, Alejandro se había construido un imperio que se extendía desde Grecia hasta la India.
Ese breve período de la construcción del Imperio Helénico cambió el mundo. Gracias a ella se difundieron las ideas y la cultura griega en el Mediterráneo oriental y en Asia. En este artículo os relataremos el proceso histórico que llevó a esto: la expansión del reino de Macedonia.
La crisis de las polis griegas.
Al final del período clásico, alrededor del año 360 a.C., las ciudades-estado griegas eran débiles y se encontraban desorganizadas tras dos siglos de guerras:
- en primer lugar los atenienses lucharon contra los persas en las Guerras Médicas, en la primera mitad del siglo V a.C.
- a continuación, los espartanos lucharon contra los atenienses, durante la Guerra del Peloponeso, en la segunda mitad del siglo V a.C.
Esta situación había llevado al debilitamiento de todos los gobiernos de las ciudades estado griegas. Y por ende, todo esto hizo más fácil para la ciudad-estado de Macedonia –que anteriormente no se había destacado- el conquistar militarmente a sus poleis vecinas. Para el año 338 a.C. ya había dominado a todas las poleis griegas.
La expansión de Macedonia
Bajo el gobierno firme del rey Filipo II, los macedonios comenzaron a expandir su territorio hacia el exterior de su territorio. Fueron ayudados por una serie de avances en la tecnología militar: catapultas de largo alcance, por ejemplo, junto con unas picas llamadas sarissas de unos 5 metros de largo que pueden ser usadas como lanzas.
Otro de los rasgos sobresalientes del ejército de Filipo II fue su estrategia de formación como falange, totalmente innovadora, que fue considerada invencible por 150 años.
El objetivo último del rey Filipo II la conquista de Persia, adueñándose de las inmensas tierras y riquezas de este Imperio. Sin embargo, fue asesinado en el año 336 a.C. antes de que pudiera disfrutar el botín de sus victorias.
Pero fue su hijo, Alejandro, quien aprovechó la oportunidad para hacerse cargo del proyecto imperial de su padre. El nuevo rey macedonio dirigió a sus tropas a través del Helesponto hacia Asia. A partir de ahí, Alejandro y su ejército llevaron adelante una impresionante campaña militar por la que conquistaron enormes áreas de Asia occidental, de Egipto y del valle del Indo.
El vasto imperio conquistado por Alejandro Magno abarcaba una gigantesca extensión que incluía las regiones deGrecia, Asia Menor, los Balcanes, Egipto, Mesopotamia, Persia y llegaba hasta el río Indo. La capital fue establecida en la ciudad de Babilonia.
Tras 13 años de reinado, Alejandro Magno falleció en el año 323 a.C, a los 33 años de edad. Esto ocurrió justamente en Babilonia, la flamante capital, en circunstancias dudosas que nunca fueron aclaradas. Dejaba tras de sí un extenso imperio, pero poco consolidado.
Tras su muerte, los generales del ejército se disputaron la supremacía hasta que finalmente, el Imperio se desintegró en varios reinos. A partir de entonces se inicia una nueva etapa en la historia, que es conocida como el período Helenístico.
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