El cristianismo en el imperio
romano
Las religiones conocidas como de signo mistérico se fueron abriendo paso entre la masa popular del Imperio Romano, desde el siglo III, por vía de las unidades militares. El Cristianismo fue considerado como una religión de misterios. Aunque los autores cristianos tratasen de presentar sus creencias como algo diferente, resulta significativo que designaran bajo el nombre de misterios a sus principales verdades de fe.
La marcha del Cristianismo hasta su triunfo definitivo se presenta como una lucha en un doble frente:
·
El mundo judío del cual surgió: en el ámbito general del mundo
Mediterráneo y bajo la tolerancia del Estado Romano hacia las distintas
creencias, las comunidades judías fueron creando un especial clima
de acercamiento hacia la gente.
·
El mundo helenístico sobre el que el Cristianismo se
expandió:
los historiadores de la Iglesia acostumbran a distinguir varias etapas en la
propagación del Cristianismo:
1. La época apostólica, donde
el Cristianismo rompe las barreras nacionales y comienza a buscar
nuevos adeptos. Roma comienza a convertirse en la cabeza de la nueva Iglesia.
2. La época pos apostólica,
arrancaría tras la muerte de Juan Evangelista y se prolongaría hasta finales
del siglo II. Es esta etapa la Iglesia se consolida tanto en Oriente como en
Occidente.
3. Los comienzos de
la Gran Iglesia. Paralelo
a la crisis de la sociedad clásica el Cristianismo experimenta un ascenso.
Aunque no siempre sin obstáculos, uno de ellos fueron las llamadas "persecuciones", donde emperadores
romanos castigaron de distintas formas a los que se hacían llamar Cristianos;
una de las más crueles fue la de Nerón,
el cual mandó a quemar varios barrios de la ciudad de Roma (según la leyenda).
4. El triunfo del Cristianismo: este
vino de la mano del conocido "giro
constantiniano". Constantino se convirtió al Cristianismo,
otorgándole a esta religión un trato de favor y amplia libertad religiosa. Este emperador concilió
políticamente los principios del Cristianismo y de un Paganismo aún
fuerte. En el periodo que transcurre después de la muerte de Constantino,
el Imperio Romano conoce un intento de restauración pagana: el llevado a cabo
por Juliano. Este
pretendió mostrar la inferioridad del Cristianismo en función de su
bajo nivel intelectual (aunque este iría aumentando poco a poco). Su idea
religiosa se adscribía a la de un monoteísmo solar que aceptaba, en principio,
a todas las religiones. Falto de principios teológicos y morales y de
disciplina eclesiástica, el intento de restauración del paganismo no duró más
que la vida de su valedor. Con Teodosio,
el último gobernante en la totalidad del Imperio Romano y católico por
convicción, se asiste a la consumación de la religión Cristiana, la cual quiso
asentar en el Imperio anteriormente Constantino. El Cristianismo se reconoció como religión oficial en el Edicto de Tesalónica (decretado por Teodosio en el
380).
5. Sin
embargo, no podemos olvidarnos de grupos
que estaban en contra de las doctrinas cristianas, los cuales no
tenían nada que ver con la religión pagana, éstos se empezaron a notar desde el
principio de esta religión y posteriormente harían más "ruido" de la
cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario