LA MONARQUÍA
A pesar de la tradición, que ha llegado a nuestros días, hoy por hoy se puede
afirmar que Rómulo - el fundador de Roma - no existió, y que la verdadera
fundación de Roma sería a manos de Tarquinio Prisco a principios del siglo VI.
Los datos que se extraen de la literatura romana, aseguran su fundación a
mediados del siglo VIII por Rómulo, pero por el contrario, los datos
arqueológicos no permiten hablar de un nacimiento urbano antes del 625 o
incluso del 575 a.C. Este desfase cronológico corresponde con la época en que
Roma había estado gobernada por Reyes legendarios como Rómulo, Numa Pompilio,
Tulo Hostilio y Anco Marcio, parece lógico en ese caso pensar que tales
reinados no existieron, sino que fue producto de la tradición historiográfica.
Los datos arqueológicos que se presentan de la existencia de Roma ya en el
siglo VIII, no pueden interpretarse de otro modo que una "Roma
pre-urbana". Hoy en día se distinguen claramente dos corrientes
diferenciadas. El mismo caso ocurre en el momento de fechar el principio de la
República, el 509 a. C. año que la tradición fija como el principio de la
República, y el 450 a.C. que, según otros datos históricos, se correspondería
mejor con los cambios históricos de una nueva época en la política romana.
Estas dos corrientes son la hipocrítica, que acepta los datos que muestra la
tradición y la hipercrítica, que rechaza el valor histórico de estos datos;
Aunque últimamente se abre paso una tercera vía que acepta estos datos siempre
que no estén en clara contradicción con los datos aportados por la arqueología.
LOS REYES LEGENDARIOS
Rómulo (753-715 a.C.),
fundador de la ciudad según la tradición y primero de los siete reyes de Roma,
es su primer rey latino, según la tradición es el artífice de algunas
instituciones típicamente romanas como las gentes, curias y tribus. Su reinado
duró 38 años. Tras la guerra contra los Sabinos, los dos pueblos pactan, y
(latino y sabino) se fundan en uno, repartiéndose el poder. Poco después Tatio,
rey de los sabinos, es asesinado y Rómulo gobernará sólo. La leyenda de los
"gemelos" amamantados por la Loba del Capitolio es tardía, no
anterior al siglo III a.C.
Numa Pompilio (715-676 o 672
a.C.), llamado
el Piadoso, era yerno de Tatio. Fue el segundo rey de Roma. Miembro de la
tribu de los Sabinos, fue elegido a los 40 años de edad para ser el
sucesor de Rómulo, el fundador de Roma. Inspirado por la ninfa Egeria,
organizó la vida religiosa de los romanos, creando los collegia
sacerdotales, instituyendo la figura del pontifex y fundando el culto a
las vírgenes vestales.
Numa prohibió las imágenes de los dioses en sus templos, argumentando
que resultaba impío representar a las divinidades, porque los materiales usados
podían ser destruidos. Numa Pompilio también dividió la ciudad de Roma en
distritos administrativos, y según Plutarco organizó los primeros gremios de la
ciudad, formando las compañías de músicos, orfebres, carpinteros, tintoreros,
zapateros, etc.
También durante su reinado se produce la división del año en 12 meses,
distinguiendo entre días fastos y nefastos.
Según Plutarco, Numa fue un monarca que trajo 40 años de paz y estabilidad a
Roma. Fue admirado por su sabiduría, austeridad y piedad.
Tulo Hostilio (673-641 a.C.), el belicoso. Más fogoso que su antecesor,
según la tradición, su reinado está marcado por la lucha de Roma contra Alba,
su metrópolis, que pasará a ser su vasalla. Al final de su reinado Alba se
revela, este motivo provocó que fuese arrasada y sus habitantes deportados a
Roma.
Anco Marcio (641-616 a.C.), el constructor. Era sobrino de Numa, por
tanto sabino, defensor de su tío y de su predecesor. Según la tradición, amplió
el espacio de roma trazando un puente sobre el Tíber y extendió su influencia
sobre el mar, creando el puerto de Ostia.
REYES
HISTÓRICOS
Tarquino Prisco (616-578 a.C.), el Antiguo, o
el Advenedizo, fue el verdadero "Rómulo", al parecer originario de la
ciudad etrusca de Tarquinia, y descendiente de una familia griega. Se convirtió
en rey de los latinos, sabinos y etruscos establecidos en torno al Palatino. Después
organizaría estos grupos en tres tribus: Ramnes, Tities y Luceres. Poniéndoles
el nombre común de romanos (en etrsco ruma, es Roma). Según la tradición a la
muerte de Anco, Tarquino impulsado por su esposa Tanaquil, despoja del trono a
sus pupilos. Introduce en Roma la civilización etrusca: ritos sagrados,
emblemas de poder. Construye el Forum, el Circus maximum, la Cloaca Maxima.
Muere víctima de la venganza de los hijos de Anco Marcio. Pero una estratagema
de Tanaquil permite que su yerno Servio Tulio, hijo de una esclava, tomase el
poder.
Verdadero fundador de la ciudad a fines del siglo VII a.C., Creó el Senado y el
ejercito, el primero seleccionado de las familias mas importantes, y el segundo
incluiría a todos los ciudadanos útiles para la defensa de los intereses de la
nueva ciudad. Organizó las gentes, en maiores y minores, eligió a los patres
senatores de ambas y organizó la civitas vetus en términos de jerarquía
(primordia civitatis): además debió ser el responsable de la desecación del
Foro entre el 625 y el 575 a.C.
La tradición asigna a Tarquino la conquista de los Prisci Latini, en el sector
oriental del Lacio, conquistó también Fidena, Collatia, Crustumerium, Apiolae
al sur, Gabii y Praeneste al norte, en su reinado nueve ciudades latinas se
vieron obligadas a reconocer el poder hegemónico de Roma en sus áreas
respectivas.
Servio Tulio (578-534 a.C.), el constituyente, segundo rey histórico de
Roma. Según la tradición, Tulio llegó al poder después de la muerte de
Taraquino, gracias al apoyo de Tanaquil, la mujer del primer rey y de su madre,
Ocrisia, una esclava del palacio real, mantuvo el poder durante mas de cuarenta
años. Entre los etruscos, llevó a cabo grandes reformas políticas, militares y
sociales del senado y la organización del ejército centuriado (exercitus). Es
de posible origen latino, aunque la tradición griega le atribuía un origen
desconocido (xenos) y la romana lo hacía de "origen servil". Según la
tradición establece la primera constitución política de Roma y el primer censo,
dividiendo la población según la fortuna en clanes para facilitar el
reclutamiento del ejército, en cuatro tribus territoriales a las que dió el
nombre de las zonas: Collina, Esquilina, Palatina, y Suburana, que a la vez se
correspondían con los cuatro extremos de la Urbs (la llamada también Roma
quadrata). Aumenta la extensión de la ciudad, encerrando en una nueva muralla
el Quirinal , el Esquilo y el Viminal. También muere trágicamente, víctima de
un complot organizado por su propia hija y su yerno, Tarquino el
Soberbio.
Tarquino el Soberbio (534-510 a.C.), último rey de Roma. Los datos
atribuidos a su reinado son polémicos, pero tres no suelen ser refutados: la
reforma del calendario, la dedicación de un templo a Júpiter en el Capitolino y
la caída de la Monarquía. Pero, curiosamente los tres hechos corresponden al
mismo año, el 509 a.C.
Según la tradición, tras una revuelta de la nobleza al sentirse ultrajada por
el rapto de Lucrecia por Sexto, hijo del rey, Tarquino y su familia fueron
expulsados y tuvieron que refugiarse en el palacio de Aristodemo de Cumas, que
acogería a Tarquino hasta su muerte, Sexto, el hijo del rey, huyó a Gabbi,
donde murió.
Tarquino, pasa por ser un tirano, calificado de despotés por Dionisio de
Halicarnaso; sin embargo, la actitud política de Tarquino, puede haber sido
ante todo populista favoreciendo a los plebeyos, a los que habría incluido en
el senado como conscripti. Según la tradición este rey se mantuvo en el trono
por medio de violencias sin fin. Abolió la constitución de su predecesor pero
acabó las grandes obras.
La tradición sitúa el establecimiento de la República entre los años 509-510
a.C. Así comienza otra etapa fundamental de la historia de Roma que dura dos
siglos y medio, en la cual Roma se prepara para dominar la península itálica,
después el Mediterráneo para acabar dominando en el Imperio casi todo el mundo
hasta el entonces conocido.
La República (509a.C-27 a.C)
Según la
tradición, en el año 509 a.C. se produjeron una serie de hechos
esenciales en la historia de Roma: se expulsó al último
monarca, Roma fue tomada por el ejército de Porsenna, se firmó el tratado entre
Roma y Cartago, se iniciaron de los Fastos Consulares y se consagró el templo
de Júpiter Capitolino. Parecen muchos acontecimientos para tan poco tiempo.
El único perteneciente con seguridad al año 509 a.C. es la dedicatoria del
templo de Júpiter. Los restantes pudieron suceder más tarde, aunque con poca
diferencia de tiempo.
Los
Fastos Consulares (listas con los nombres de los cónsules que servían como
referencia para datar acontecimientos importantes) resultan básicos para el
estudio de la República a partir del 503 a.C., fecha en que se considera que ya
son dignos de credibilidad.
Otro
sistema utilizado se basa en el ritual del clavus annalis. Esta
práctica se inició al año siguiente de la dedicatoria del templo de Júpiter
Capitolino y consistía en clavar un clavo en el muro de la cella de Minerva
cada aniversario de esta dedicatoria. El primer clavo fue clavado en el 508
a.C., un año después de su consagración. El templo de Júpiter Capitolino
constaba, además de la cella de Júpiter, de otras dos anexas: la de Minerva y
la de Juno.
La década
que siguió al 509 (fecha de la conspiración contra el último rey de Roma,
Tarquinio el Soberbio, cuando estaba fuera de Roma sitiando la ciudad de Ardea)
es un período oscuro del que sólo se conocen hechos aislados.
Transición de la Monarquía a la República
La
transición política de la Monarquía a la República fue seguida de graves
tensiones sociales internas que fueron aprovechadas por los pueblos vecinos
para reducir el control territorial de Roma y conseguir su desaparición. De ahí que,
durante los primeros 70 años de la República, Roma tuviera que ratificar su
identidad en demasiadas ocasiones.
Los primeros
años de la República son de incertidumbre como consecuencia de la confusión
política existente. Había partidarios de la Monarquía, de la República, de
Porsenna y de la Liga latina, entre otros. Los que conjuraron en el 509 a.C. no
tenían prevista ninguna fórmula institucional para sustituir a la monarquía.
Todos los
historiadores están de acuerdo en que el Consulado -magistratura doble y
colegiada durante toda la República- no surgió inmediatamente después de la
expulsión de Tarquinio.
La tesis
más generalizada presupone que en la transición de la Monarquía al consulado se
pasó por una fase intermedia en la que se designaba un praetor maximus por un
año y que, más tarde, desdoblaría sus funciones. Aunque ya se acercaba al
sistema binario de los cónsules, éstos seguían designándose como pretores al
menos hasta 449 a.C., con la ley Valeria Horaria.
Parece
ser que las supremas magistraturas no fueron monopolizadas por los patres
-personas que controlaban el Senado, el ejército y los sacerdocios desde el
inicio de la historia de Roma- ya que se conocen casos de plebeyos
que ocuparon el consulado hasta el año hasta el 485 a.C. El clima de tensiones
y enfrentamientos de los comienzos de la República llevaría a las facciones más
fuertes a formalizar compromisos y alianzas entre ellas.
A partir
del 485 se produjo la intransigencia del patriciado pasando a controlar todas
las magistraturas civiles y religiosas y excluyendo a los plebeyos de cualquier
tipo de responsabilidad en el gobierno.
El derecho romano
Además de
por las luchas entre patricios y plebeyos, la República se caracterizó por la
expansión del poder de Roma a toda la Italia peninsular, por la promulgación de
la Ley de las XII Tablas en el 450 a.C y por las guerras civiles por la
igualdad. La Ley
de las XII Tablas, llamada así porque estaba escrita en doce tablas, es el
código más antiguo de derecho romano. Se estableció para aplacar las demandas
de los plebeyos.
Hasta que
se redactó este código el derecho romano había tenido un carácter sagrado, por
haber estado unido a la monarquía y al colegio de los pontífices. Con su
redacción el derecho romano se desacraliza constituyendo la base del derecho
del mundo occidental. Para el historiador Tito Livio, las XII Tablas
eran la fuente de todo el derecho romano, tanto público como privado.
Entre los
años 133 y 27 a.C. se desarrolló una etapa muy convulsa en la historia de Roma
debido a una compleja situación económica, social y política que llevó a
momentos de tensión, como los vividos con los Gracos o las guerras sociales
entre nobles y plebe.
La dictadura: la transición de la República al
Imperio Romano
El gran
paso hacia un sistema político en el que el poder se acumulase en manos de una
sola persona lo dio Sila (dictador en los años 82-79). La sistematización de Sila fue
muy importante y una de las consecuencias que tuvo, y que influyó en gran
medida en la política y en el propio final de la República, radicó en el hecho
de que concentró todo el poder político en manos del Senado, hecho que
no sucedíó con el poder ejecutivo.
Esto dio
lugar a que el Senado tuviera que confiar el ejecutivo a un hombre fuerte, a un
general que, además, fuese político. A su vez, los populares también querían
ocupar el poder provocando un fortalecimiento del poder personal a la hora de
gobernar. El fortalecimiento del personalismo condujo a los
triunviratos y a las dictaduras de César o Augusto, y supuso el fin de la
República y el principio de una nueva etapa, el Imperio.
IMPERIO
El
Imperio Romano (27 a.C-476 d.C)
El Imperio es el sistema en el que el poder político real estaba en
manos de un solo individuo, el emperador. Se inauguró con el emperador
Augusto. El Senado quedó
limitado a ser un órgano de apoyo de
ese poder político.
Se denomina Alto Imperio al periodo
que va de Augusto a Diocleciano y Bajo Imperio el que tiene lugar entre
Diocleciano y la caída del Imperio Romano en Occidente.
El Alto
Imperio (27 a.C-305 d.C)
Entre los años 14 y 68 los
herederos de Augusto, se van sucediendo en el poder: Tiberio, Calígula, Claudio
y Nerón. Esta sucesión dinástica se vio interrumpida por la guerra civil
que, en el año 68, se libró entre los tres emperadores que gobernaban en ese
año. Este primer período de crisis que vive el Imperio será superado por los
Flavios.
A los Flavios les sucedieron los
Antoninos (96-193), nombre genérico que se da a los emperadoresNerva,
Trajano, Adriano, Antonino Pío, Marco Aurelio y Cómodo, con una política
similar a la de los Flavios.
Con Septimio Severo se inauguró la
dinastía de los Severos (197-235), en la que se encontraba él mismo,
Caracalla, Macrino, Heliogábalo y Alejandro Severo.
El poder absoluto de Roma, capital del
Imperio, se fue debilitando con el tiempo. Entre
los años 235 y 300 la única prioridad de Roma fue la defensa de las fronteras
del Imperio de los continuos ataques de los pueblos bárbaros y de los que provenían imperio
sasánido de Persia. La presión de estos pueblos motivó que el ejército asumiese
el poder a partir del 235, momento que se conoce como Anarquía militar y que
duró unos cincuenta años. Estos emperadores soldados tenían como única
finalidad la lucha contra los enemigos del Imperio.
La consecuencia de estas guerras
fue el encarecimiento del mantenimiento del ejército y el alto grado de
endeudamiento para mantenerlo, lo que llevó al empobrecimiento de la
población y a la pérdida de su identidad y sus valores. Un aspecto de su
pérdida de identidad fue la crisis
religiosa, por la invasión de nuevas religiones orientales.
La persecución de los cristianos por Diocleciano, también llamada Gran
Persecución, no fue más que un
intento de eliminar los peligros a
los que se enfrentaba el imperio.
En el año 284 una revuelta militar
salvó al Imperio, proclamándose Diocleciano emperador. Durante su gobierno se
instauró la Tetrarquía, sistema por el cual el imperio se repartía entre dos
augustos y dos césares.
Diocleciano abdicó en el año 305
demostrando la ineficacia del sistema tetrárquico sin alguien de peso que lo
dirija.
El Bajo
Imperio (305-476)
Desde la abdicación de Diocleciano, en
el 305, se sucedieron una serie de luchas que se prolongaron hasta el 312,
cuando Constantino se
convirtió en el único emperador de Occidente y último emperador del imperio
unificado. Instituyó el cristianismo como religión oficial del Imperio.
En esta etapa se produce el
traslado de la capitalidad del Imperio a la antigua ciudad de Bizancio,
reconstruida y ampliada por decisión del emperador. Bizancio, desde el 8 de
noviembre del 324 (fecha de su inauguración) pasó
a denominarse Constantinopla o
ciudad de Constantino.
Más tarde Teodosio dividió el Imperio entre
sus dos hijos Arcadio y Honorio surgiendo el Imperio Romano de Occidente y el
Imperio Romano de Oriente.
En el año 476 tiene lugar la caída
del Imperio Romano en Occidente. El Imperio Romano de Oriente, posteriormente
llamado Imperio Bizantino,
sobrevivió hasta 1453, fecha de la caída de Constantinopla la actual Estambul.